Todo salió bien en el CNP888 Gran Vía. El público, la competición, la organización. Incluso la estructura, que permitió resolver el evento principal con unaos minutitos de sobra antes de que se decretara un pacto forzado por el horario de cierre del casino madrileño.
Se necesitaba un buen ritmo de eliminaciones, ya que el día 3 y definitivo empezó con 24 participantes. Los jugadores colaboraron mucho, primero para señalar con extrañeza que se estaba repitiendo el último nivel de la víspera, y luego, subsanado el error, empezando a desfilar a buen ritmo hacia el raíl.
La burbuja de FT fue la que apretó el horario y provocó el suspense final. Fue un momento vital en la resolución del torneo, pues permitió que las ciegas apretaran y estableció un incierto panorama para la reanudación, con un chipleader, el venezolano Giulio Oliviero, que tenía solo 48bb y varios shortstacks severamente afectados por el ICM.
Daniel Monforte, ajeno a las circunstancias, intentó farolear sin éxito al chipleader, y entregó a Oliviero las llaves de la FT. Este decidió que no habría pacto, y fue al que menos le gustó que la organización anunciara que, de llegar a la hora de cierre sin campeón, el dinero y el ganador del trofeo se decidirían por ICM.
No hizo falta, porque el jugador sudamericano fue eliminado en tercera posición, y en cuanto Adriá Colomna y Carlos Sáez se vieron libres para decidir su destino, alcanzaron un pacto para repartir los dos primeros premios.
El trofeo y el 10% de lo que había en juego eran premio suficiente para mantener el interés en el heads-up, que cayó del lado de Sáez en una mano envenenada tras el flop. El campeón ligó escalera en el turn y overbeteó un bote mínimo, solo limpeado y chequeado hasta entonces. Colomina pagó con pareja y su propio proyecto de escalera, y encontró trío en el river, con lo que no pudo escapar del all-in de Sáez.
Por lo que nos cuenta el seguimeinto de Winamax, Carlos Sáez se dedica a jugar cash online, y esto de los torneos es un proyecto paralelo en el que está dando sus primeros pasos.
«Ha sido una experiencia brutal, todavía no me lo creo. Yo soy jugador de cash online, pero desde hace algún tiempo estoy estudiando torneos para algún día darme un capricho como este, después de que mi círculo de coaching me convenciera para venir y jugarlo. Es mi primer torneo importante. Solo he jugado torneos de buy-in bajo, de 50 € o 60 € en mi casino local de Murcia. Este es el primer torneo importante que juego, y no podía acabar mejor«.
Pues no está nada mal para empezar. El ROI del 2021 lo tiene apañado con lo que le ha quedado tras el pacto y el triunfo posterior. Así quedó el reparto final entre los finalistas.
La puerta queda entreabierta a nuevas citas, que ojalá tengan la acogida que ha tenido esta. Un saludo a todos los que se han reencontrado y un recuerdo a los que han faltado. Muchos ases para todos.