La apuesta de partypoker por la revitalización de las high stakes está ofreciendo grandes momentos al raíl.
Tanto en la mesa organizada por Sam Trickett en la sala online como en los programas de televisión que acompañan los circuitos de partypoker LIVE, se repiten ciertas pautas que nos retrotraen a tiempos más felices, cuando teníamos dosis semanales de «High Stakes Poker» o «Poker After Dark».
La primera coincidencia es en el estilo y la personalidad de los jugadores. En las high stakes de party se juntan reputados pros como Sam Trickett o Fedor Holz, que hacen el papel de los Doyle Brunson o Daniel Negreanu doe otros programas. Luego están jugadores con perfil de pro pero estilos personales y/o más agresivos, como Matt Kirk o Viktor Blom. Por último, está el grupo de los aniimadores de la partida, ya sea por su facilidad para perder dinero o por su capacidad de hecer descarrilar la mesa. Rob Yong y Leon Tsoukernik pueden ser los Sam Farha o Bill Perkins que ponían la pimienta en aquellos shows.
Pero no deben faltar los accesorios. La salsa de las partidas de antaño la daban los piques personales y las normas no escritas de las mesas de cash: las prop bets y los straddles, las apuestas voluntarias que compran la ciega grande para tener la oportunidad de hablar último preflop.
El picante de estas nuevas high stakes es el formato, el Pot Limit Omaha. En PLO es mucho más fácil engordar los botes y mucho más complicado ganar las manos preflop. Es un juego que facilita la creación de bigstacks, con un continuo aporte de buy-ins que va generando una tensión de fichas en la mesa que acaba por reventar en los compases finales de la partida.
Eso ocurrió en el Big Game que se está jugando en el Playground Casino de Canadá con motivo de los North America MILLIONS.
En la emisión en directo se batió por dos veces la marca del mayor bote de PLO jamás disputado en televisión.
Récord número 1. Leon Tsoukernik puso un straddle, que a su vez fue respondido por un doble straddle en otra posición. El dueño del King’s recibe del croupier una mano doble suited y con cartas correlativas, sin danglers
Récord número 2. Escasos minutos después de ganar ese botazo, Leon completa con
Se forma un carísimo bote familiar que se tiene que dirimir con un flop
Por algo se dice que el PLO es un juego de draws. Si quieres ver la sesión entera, aquí tienes el vídeo. Son más de siete horas, así que si lo que te interesa es la chicha, puedes pasar las primeras siete, más o menos, y entonces podrás ver estos dos botes prácticamente consecutivos.