Inicio Actualidad de poker El arte del staking: ¿inversión o interacción social?

El arte del staking: ¿inversión o interacción social?

Estos últimos dí­as, con motivo de las World Series of Poker, hemos hablado varias veces del staking, sin pararnos demasiado a profundizar en qué consiste. Por ejemplo, te hemos contado que Jason Mercier aún no ha dejado de ganar dinero en las WSOP porque parte de lo que gane Jerry Wong es suyo, y que Cliff Josephy ha estado varias veces en la grada viendo a los November Nine porque tiene dinero invertido en uno de los mayores grupos de jugadores de todo el circuito. Incluso hay rumores de que Gordon Vayo puede ser uno de ellos. Precisamente, un medio generalista, el canal Vice, ha dedicado un artí­culo al staking, lo que ha acabado poner de actualidad este tema en todos los foros y webs de poker.

El staking es una fórmula de financiación que utiliza un jugador para, o bien construir su banca, o acometer torneos o festivales que requieren de un desembolso excesivo para sus niveles habituales o para su liquidez. El inversor paga un porcentaje de la entrada con la promesa de recibir una parte proporcional del posible premio a conseguir en el torneo. También tiene el beneficioso efecto de reducir la varianza, que es lo que ha terminado de extender esta práctica hasta lo que es hoy en dí­a, una fórmula habitual e universal en el circuito.

Modalidades de staking

Cada motivo que encuentra un jugador para buscar inversión da lugar a diferentes modalidades de staking: para reducir la varianza muchos jugadores intercambian porcentajes entre ellos, para construir la banca de un jugador hay inversores que además pfrecen coach para mejorar los resultados y aumentar sus posibles beneficios, si la intención es jugar un torneo de un buy-in muy caro un jugador reparte muchas piezas pequeñas de la entrada. Así­, se han formado escuelas de poker que incluyen diversas formas de staking para atraer alumnos y páginas web dedicadas a poner on contacto a jugadores e inversores anónimos.

Entendemos los pros. ¿Pero, y las contras?

Los peligros del staking provienen de la falta de un entorno legal que regule su funcionamiento. El cumplimiento de la fórmula implí­cita del staking suele residir en la voluntad del jugador de pagar, una vez conseguido un premio. Un jugador de poker no deja de ser un ser humano, con sus debilidades y sus fortalezas, y hay casos en los que el dinero de la entrada no ha llegado hasta el cajero del casino. En el artí­culo referido se habla de que hay rumores de que uno de los participantes del High Roller for One Drop, que habí­a recaudado parte de los 111.111$ de entrada ví­a staking, se gastó el dinero de sus inversores en los dados.

Pero más allá de la buena voluntad o la seriedad del jugador, los artistas de la estafa encuentran un filón en el staking: recaudar más dinero del que cuesta la entrada, vender torneos que no se juegan y falsear los resultados, modificar la composición de un paquete una vez vendido… Además, la presencia del markup -una tarifa extra que cargan los jugadores que no quieren renunciar a parte de su ROI y solo pretenden vender la posibilidad de acertar en el torneo en el que van a pinchar algo gordo-, convierte al staking anónimo en un negocio ruinoso en la mayorí­a de las ocasiones.

Los jugadores también tienen sus problemas. Hacienda no entiende de staking, y los compromisos ejercen una presión psicológica extra en una actividad ya de por sí­ muy exigente en ese aspecto. Pero el beneficio está claro, solidificar al banca, acceder a torneos y niveles más altos y reducir varianza. Pero si el staking tiene tan poco margen y el markup lo convierte casi en una loterí­a, entonces, ¿qué es lo que anima a alguien a darle su dinero a un jugador con tan poca seguridad en el desenlace de la transacción?

Las motivaciones de los inversores

Para algunos, es una inversión en la que aplicar sus superiores conocimientos o intuición. Dedican un capital a respaldar a jugadores calculando los beneficios que pueden generar esos jugadores por su superioridad sobre el field medio del torneo, buscando markups escasos o centrándose en jugadores de menor renombre pero mayor potencial. Es como jugar a la Bolsa intentando descubrir las acciones que estan a punto de subir, de dar el siguiente paso en su nivel pokerí­stico. Son los famosos establos o cuadras, que reciben su nombre de los «caballos» -los jugadores son como purasangres comprados y entrenados para correr en un hipódromo-.

La metáfora de las carreras hí­picas es perfecta para describir otra de las fuentes de staking. Son personas que buscan recibir la proyección de la emoción de participar en el torneo, igual que los apostadores se involucran emocionalmente en una carrera o un partido en el que apuestan. Por eso muchos jugadores utilizan las redes sociales para comentar su evolución en un torneo. Alimentan la adrenalina de sus «backers», los inversores que les respaldan. Si eres jugador, saber utilizar las redes es un plus que te puede proporcionar una fuente de financiación extra.

Por último, invertir en un jugador abre la puerta a una interacción personal que permite a un aficionado introducirse en un mundo que está frente a él pero que de otro modo es solo como un escaparate al que nunca tendrá acceso. Quizá tu banca no te permita ir a las WSOP o un EPT, pero una inversión en un paquete te puede dar acceso a un grupo de Skype o de Whatsapp que de alguna manera te traslada a las mesas de un festival o a formar parte de un grupo de jugadores a los que admira.

Muchas veces se crean ví­nculos de amistad entre inversor y caballito, o se refuerzan los previos. Andrew Barber, ganador del brazalete del 10.000$ Championship de HORSE en 2015, quiso celebrar su premio con un amigo que le llevaba respaldando mucho tiempo y que habí­a puesto un 25% de la entrada.

«Le puse dos tacos de billetes que valí­an 50.000$ cada uno en las manos. Fue un momento muy emocionante y que dio lugar a una charla muy í­ntima. Calculo que en los dos o tres años anteriores, él habí­a perdido unos 25.000$ o 30.000$ respaldándome».

El futuro, mas bien presente, del staking

Las páginas de staking proveen de una capa extra de seguridad en las transacciónes, y ofrecen avenidas de comunicación personal entre el jugador y el inversor. Además, muchas veces la reputación es el único y más potente motivador para que un jugador cumpla con su parte. Una página pública y frecuentada por los inversores es el último sitio en el que a alguien se le ocurrirí­a quedar mal. quizá sean el último paso para universalizar totalmente el staking.

Aún así­, el staking ya está tremendamente extendido y forma parte estructural del poker. Los High Rollers y los Super High Rollers han brotado como setas gracias a esta práctica, y los festivales online pueden programar docenas y docenas de torneos por un valor conjunto de más de seis cifras y garantizados de millones de dólares gracias en parte a ello.

Salir de la versión móvil