La labia en las mesas es una gran herramienta para muchos jugadores de poker.
Puede tener muchos usos, como evitar la agresividad de los rivales, provocar calls desastrosos, amedrentar a los ladrones de ciegas, descubrir la mano de los oponentes…
Hablar en las mesas puede ser algo inocente, pero desde luego esconde mucha estrategia.
Uno de los mayores especialistas mundiales en aprovechar la labia como una parte del juego es Roberto Romanello.
El galés es conocido por sacar de quicio a sus rivales, con su verborrea de tapete.
En una reciente entrevista concedida a PokerListings, Romanello explica cómo llegó a entender la eficacia de la labia en las mesas.
Todo arranca de sus inicios en el mundo del naipe: «Empecé a jugar al poker con mis amigos. Solían venir a mi tienda después de trabajar y jugábamos SNG de 3 o 5 libras. Me gustaba picarles y gastarles bromas. No jugábamos en serio. Hacíamos comentarios graciosos todas las manos. Poco después, comenzamos a ir a una sala de biller, donde empezamos a jugar torneos de 30 a 40 jugadores y buy-ins mínimos de 5 libras. Allí aprendí rápidamente a mosquear a la gente, a darles cuerda y a aprovechar la labia para quedarme con sus fichas. La primera vez que fui a jugar al casino estuve callado. No conocía a nadie y el torneo que jugué era de 100 libras de entrada. Para mí era un High Roller. Estaba muy nervioso. Me sentaron al lado de un jugador llamado Mad Franco, que era un tipo fuerte, rudo y algo intimidante. Se me quedó grabado en la memoria. Al principio, ni abrí la boca. No obstante, tras coger algo de confianza con los demás jugadores de la mesa, empecé a darles palique y a sacarles información. Los 14 años de experiencia de cara al público en la tienda me vinieron muy bien».
Romanello incorporó la labia como un arma, que sigue perfeccionando hoy en día. Tiene bastante confianza en ella: «Creo que soy uno de los mejores utilizando la labia. Darles conversación o hacer preguntas es útil ante muchos jugadores, pero no contra todos. Cuanto mejor es el rival, más complicado es conseguir información interesante«.
Roberto cree que la táctica de hablar es especialmente efectiva ante los jugadores que le siguen el rollo: «Yo no escojo a los jugadores; ellos me eligen a mí. Son jugadores a los que les gusta parlotear en la mesa. Si veo alguien así, voy a por él y trato de desestabilizarle». Y pone un ejemplo de una mano que jugó ante Ben Wilinofsky en el EPT7 Champion of Champions: «Ben estaba hablando mucho en la mesa y le di cancha. Le pagué con 98o desde la ciega grande y flopeé las nuts. Ambos pasamos. El bote era relativamente pequeño. Ambos pasamos de nuevo en el turn. El river fue un ladrillo y volví a pasar. íl hizo una apuesta pequeña y le dije: Es una apuesta débil. Ben me contestó: Pues súbeme… Si me subes a 20k, foldeo. Le subí a 20.500. Le dije que le estaba faroleando y que aun así no me podía pagar. Le calenté un poco más y acabó pagando. Se puso rojo de ira y el resto de la mesa se partió de risa. Vicky Coren me dijo: ¿Cómo has hecho eso? Eres un brujo…».
La mano con Wilinofsky está en el minuto 9 del siguiente vídeo:
Romanello conoce bien los límites del uso de la labia. «Intento mosquear a la gente y sacarles las fichas, pero mi forma de hacerlo hace que me aprecien y quieran ser amiguetes míos. Les hago ver que es parte del juego y, además, le pone picante. No quiero crearme enemigos».
Aun así, reconoce que alguna vez se ha pasado de la raya: «Antes de ser patrocinado por FullTiltPoker solía presionar al máximo a los rivales y trataba de volverles locos. Cuando fiché por FTP sentí que debía controlarme más para representar mejor los intereses de la marca».
Roberto reconoce que su táctica funciona mejor con un stack profundo. Entonces, las palabras tienen un efecto mayor sobre los jugadores cortos o sobre los que tienen stacks medios. No obstante, insiste en que siempre hay que analizar previamente si va a funcionar o no ante un rival concreto.
¿Utilizas la labia cuando juegas? ¿Conoces a algún especialista en hacerlo?
