Un stack de 126 ciegas se erige dominante en la mesa final del Super High Roller de 50.000€ de entrada del EPT Praga, y solo podía pertenecer a un jugador, Adrián Mateos.
Adri, que empezó su fulgurante carrera levantando una pica en Madrid en un Estrellas Poker Tour con 18 añitos, ya se había ganado una posición de privilegio en la víspera, solo por detrás de Timothy Adams.
El registro tardío significó una revolución, pues no siempre se puede ver un aumento del 50% del field de un día para otro. 10 de los mejores jugadores del mundo compraron 42bb, un plástico que enseguida empezó a repartirse de una manera menos democrática.
Sin hacer mucho ruido, Adrián ya estaba chipleader en el primer redraw, el de las tres últimas mesas. Teníamos otro español en el sorteo, Juan Pardo, que no pudo sacar nada de los dos primeros niveles y estaba con 60bb.
Eliminaciones sucesivas fueron sumando nombres al grupo de cabeza. El vigente campeón Stephen Chidwick, que mantiene su reinado desde hace más de dos años, Nick Petrangelo y Chris Brewer fueron adelantando a Amadi. Para volver a abrir hueco, Mateos aprovechó un squeeze con KK que se convirtió en call al all-in después de que a Johan Guilbert se le calentaran unos 99 en la mano.
Todos estos jugadores entraron en bucle, intercambiando la primera posición. Chidwick se cargó a «Elky» y a Lazslo Bujtas; Adams a Ben Heath; y Chris Brewer llegó a los 2M de puntos echando a Adrián de un bote de casi 1M en el river. La respuesta de nuestro campeón fue enviar al raíl a Tony G.
El resto del torneo sufría este intercambio de lideratos en silencio, pero claro, llegó el momento en que solo quedaban dos mesas de cinco y los leñazos tendrían que empezar a caer entre los candidatos al título. Brewer golpeó el primero, y se llevó un family pot con color que llegó al river contra Chidwick poniéndose en 3M de puntos, pero…
…enseguida perdió la tercera parte de sus fichas en el bote más grande del torneo, intentando acogotar a Amadi. Brewer se quiso cobrar un bote 3beteado con la continuación en 553, pero la apuesta era demasiado tímida para que Adri no le flotara con AJ. El turn no dio la pareja con una J, y Brewer volvió a tirar de bigstack, esta vez apalancando. El A del river fue demasiado tentador para el americano, que cantó el all-in sin saber que esa carta volvía a ayudar al madrileño.
Esa mano rompió la partida a favor de Adri, en el sentido figurado y en el literal, porque se dio poco antes de que llegara la reanudación para la mesa final de nueve.
Malaka, que llevaba todo el día atascado en su stack inicial, buscaba sobrevivir en el rango de las 15-25bb, con la esperanza de colarse entre los seis primeros. Sin embargo, Timothy Adams le pinchó una escalera en la mano que le tenía que sostener en FT, un all-in con QQ contra AT.
Las QQ hicieron un mejor trabajo para romper la burbuja. Las reinas de Petrangelo aguantaron contra los TT de Ole Schemion, después de que Adams le enseñara la puerta a Chidwick.
Desde su atalaya de chipleader, Adrián había estado atizando la burbuja, y remató el trabajo con la última eliminación del día. Yuri Martins ya no se tenía que preocupar por el ITM y le defendió la ciega al capitán de la mesa con KJs. Los dos pasaron hasta que las cinco comunitarias estaban en la mesa y Martins había ligado su color. El brasileño buscó valor con una apuesta del bote y se sorprendió al ver que Adri le resubía all-in, pero es que el chipleader llevaba A9 del mismo palo.
Adrián guardó su botín durante las cinco últimas manos y empezará el tercer y definitivo día de competición muy por encima de Petrangelo y Adams, que siguen siendo las amenazas más inmediatas a su dominio.
Martins cobró 152.810€, y el resto tienen asegurados 196.740€. El cheque que todos esperamos que se lleve Adrián es de 742.200€.
