Era por allá en 2007 cuando un jugador norteamericano de origen asiático se colaba en la mesa final del EPT de Barcelona, llamándonos especialmente la atención. ¿Su nombre? Adam Junglen.
Su estilo era inconfundible: tranquilo en la mesa, se tomaba su tiempo para cada decisión, y cuando sabía lo que iba a hacer, ejecutaba los movimientos de forma pausada como si lo hiciera a cámara lenta. Aún se pueden encontrar vídeos de aquella mesa final trasteando un poco por la red.
Todavía hoy aquel resultado sigue siendo el mejor de su carrera. A posteriori ha sido uno de los habituales de los circuitos presenciales, y también de las mesas online, donde ha cosechado resultados importantes como una victoria en el Sunday Million, pero sin sucederle lo mismo que a la jugadora irlandesa de la que hemos hablado hoy.
Más tarde, en su carrera, llegó el momento de los bancajes. Daniel Negreanu fue uno de los jugadores que apostó por Junglen para poner parte de su dinero a su disposición. Desconocemos si la alianza fue muy fructífera, pero sí es cierto que Negreanu ha admitido en más de una ocasión que Junglen era «uno de sus chicos«.
Pero por lo que sabemos de él, estos tiempos no están siendo lo que diríamos fáciles para él. En una de sus entradas a su blog personal, Junglen admitió su adicción a las drogas. Opiáceos de distintos tipos e incluso la heroína eran parte de la «dieta» del jugador americano. Tal fue el mal cuerpo que se le quedó a Junglen tras admitir esta adicción, que días más tarde, borró esa entrada en su blog, al sentirse realmente avergonzado.
Los problemas no acaban ahí. En los últimos días se ha visto inmerso en una polémica, en la que su (hasta hace poco) amigo Peggy Klausner (@gobbomom) le acusaba de haberle robado. La situación fue la siguiente:
«Gobbomom» ganó un brazalete en un torneo del Bellagio, que corrió a enseñar a su grupo de amigos. Días más tarde, el brazalete desaparecía misteriosamente. Acto seguido, el dedo acusador del jugador agraviado señalaba a Junglen, sabedor de su necesidad de «cash» para saciar su adicción.
A partir de ese momento, comenzó un cruce de acusaciones en las redes sociales, en las que uno lanzaba la bola, y el otro la intentaba devolver como buenamente podía. Aquí algún ejemplo:
@adamjunglen The bracelet you know nothing about? F’n liar. Playing rough? not what you denied to me earlier. Just give back the bracelet.
— Peggy Klausner (@gobbomom) noviembre 29, 2012
@gobbomom I’ve never even touched it, you are insane. Please call my parents, you’ve gone off the deep end.
— Adam Junglen (@adamjunglen) noviembre 29, 2012
Parece ser que con todo este «percal», Junglen ha decidido quitarse del medio durante una temporada. De hecho, acaba de escribir una nueva entrada en su blog, hablando sobre esta reciente polémica, y lo que piensa hacer de ahora en adelante para dejar atrás todos estos «fantasmas»:
«Cuando gobbo me preguntó hace unas semanas, le conté la verdad. Creo que vi el brazalete en una ocasión cuando lo ganó, y desde entonces, no lo volví a ver. Incluso diría que jamás llegué siquiera a tocarlo. Jamás robaría algo a un amigo. Puedes preguntarle a quien quieras, incluso a algunos de los que me han bancado en más de una ocasión (Timex, Negreanu, cualquiera). Lo sé, tengo algunas pequeñas deudas por ahí, pero en total no superan los 5.000$. Tengo mucho más que eso en mi cuenta de FTP. Así que, efectivamente, debo decir que en los últimos tiempos he tenido que defenderme de ciertas acusaciones que no me han hecho ningún bien. […]. Por todo eso, y para intentar apartarme del mundo de las drogas, he decidido irme de Ohio una temporada, a Mexico, y centrarme solo en poker».
Esperemos que centre de nuevo su cabeza, y vuelva a las mesas con energías renovadas.